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Título: «El complejo de Di»

Autor: Dai Sijie

Manuzio - 18 / ago / 2005

Estamos en la China actual. Ésta va un chino (Muo) que estudia Psicoanálisis en Francia. Vuelve a China con el fin de localizar al juez Di para que libere al amor de su vida, Volcán de la Vieja Luna. El juez le ofrece hacerlo pero con una condición: que le lleve una joven virgen (para lo que todos sabemos; él es un carcamal que ya ha aceptado diez mil dólares por la liberación). El delito de Volcán de la Vieja Luna –Dai Sijie descompone y explica los ideogramas que forman los nombres (no hubiese estado mal incorporarlos al libro)– fue difundir fotos de la represión del Ejército Popular.

Como siempre se nos muestra una China, descrita por chinos del exterior, miserable, pobre hasta el abandono, pícara y con unos valores morales y éticos difíciles de adivinar.

Muo va ofreciendo sus servicios como interprete de sueños (echador de la buenaventura, lo llaman los chinos) y a su vez siempre apunta en un cuaderno tanto los propios como los ajenos.

En la Segunda parte, el juez Di (que antes se dedicaba, como tirador de elite, a ejecutar a los condenados de muerte) muere antes de que “la virgen”, la Embalsamadora de 40 años, le haga nada.

¡Sorpresa! Ya en el tanatorio se levanta de la mesa, sin que Dai nos aclare nada al respecto. El juez persigue a Muo por intento de asesinato y detiene a la Embalsamadora (ya voy por la p. 253 y el juez no ha vuelto a aparecer “en persona”, pero sus decisiones, reales o supuestas, condicionan la vida de Muo, al que tenemos intentando huir a Birmania). En el tren se encuentra con una clienta del Mercado de Mujeres, con la que soñaba que la besaban en una película.

El juez Di reaparece en la p. 304 y ss. cuando va al encuentro de Pequeño camino, pero como está convaleciente de la rotura de una pierna (en el accidente del camión con los lolos) tampoco se llega a nada porque no las acepta cojas. Más tarde Muo, un quijote chino que sale en bicicleta para ir de aventura en aventura, llega a la conclusión de que ni siquiera Freud es capaz de descifrar los sueños. Pequeño Camino se cura de la rotura en diez días por los potingues que el Viejo Observador la da a cambio de que se case con su hija, su cuarto amor. Parece que a Muo ya le da igual la que sea: Volcán de la Vieja Luna, su vecina la Embalsamadora, Pequeño Camino y la hija del Viejo Observador.

¿Amores reales o soñados? Cuando se presenta la hija del Viejo Observador en la puerta de la casa de los padres de Muo, en vez de invitarla a pasar y ofrecerle un té, se le escapa: “¿Eres virgen?” (él ha dejado de serlo no hace mucho). Es el complejo de Di.

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El complejo de Di / Dai Sijie. -- Barcelona : Salamandra, 2005. -- 318 p. ; 22 cm. -- (Narrativa). -- ISBN 84-7888-944-2


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